
Las maracas venezolanas encuentran hogar en la música Rumana
30 agosto, 2023
Samuel Castillo, talentoso músico y percusionista oriundo de Valencia, ha emprendido un viaje cultural y musical hacia Rumania que ha dejado huella. En su travesía por adaptarse a la rica cultura rumana, Samuel ha decidido integrar uno de los instrumentos más emblemáticos de Venezuela, las maracas, a las melodías tradicionales de este país europeo.
Desde hace cuatro años, Castillo reside en Rumania, donde ha encontrado una fuente de inspiración en la música popular de esta nación y en su llamativo vestuario. Samuel considera que la música y el arte de Rumania son genuinas «obras maestras», al igual que la arquitectura que adorna las ciudades rumanas.
Con un profundo respeto y admiración, Samuel Castillo ha fusionado las técnicas que domina en la percusión de las maracas con las cautivadoras notas de la música popular rumana. Su objetivo es claro: aportar su toque venezolano a las melodías rumanas y, al mismo tiempo, llevar los ritmos de Rumania a Latinoamérica.
Hablando sobre su proceso de adaptación, Samuel compartió que enfrentar el aprendizaje del idioma rumano ha sido su desafío más significativo. No obstante, ha abrazado esta tarea con pasión y dedicación, sumergiéndose en libros y en encuentros regulares con sus amigas Roberta y Gabrielita, con quienes comparte comidas y lecturas enriquecedoras.
La conexión de Samuel con Rumania se originó en su tierra natal, Venezuela, gracias a la presencia de una iglesia rumana en Caracas: la Iglesia de San Constantino y Santa Elena. Esta iglesia, ubicada en el Municipio El Hatillo, capturó la curiosidad de Samuel debido a su vínculo con la cultura rumana. Este lugar de culto fue donado por la Iglesia ortodoxa rumana de Venezuela y el Gobierno de Rumania a la comunidad ortodoxa en Caracas. Un regalo único, ya que solo existen 15 templos religiosos de este tipo en el mundo, y solo dos de ellos están fuera de Rumania.
El edificio, erigido por artesanos de Maramureş en Transilvania, destaca por su autenticidad. Cada componente de madera, utilizado para techos y paredes, fue importado desde Rumania y ensamblado en Venezuela siguiendo tradiciones sagradas que evitan el uso de clavos u objetos metálicos, en un esfuerzo por preservar la pureza simbólica de la crucifixión.
Samuel Castillo se ha convertido en un embajador musical entre dos culturas, uniendo a Venezuela y Rumania a través de la música y el respeto mutuo por sus tradiciones. Su dedicación y amor por ambas culturas son un recordatorio del poder de la música para trascender fronteras y unir corazones a miles de kilómetros de distancia.
Lcdo. Fernando Martínez
CNP: 11.805