Cada año, al llegar el Jueves Santo, se revive una arraigada tradición que invita a recorrer siete iglesias como parte de la conmemoración de la Semana Santa. Este acto simbólico tiene un profundo significado que se remonta a la historia cristiana.

La visita a las siete iglesias representa el deseo de acompañar a Jesús en el camino que recorrió desde la noche de su aprehensión hasta su crucifixión.

A continuación, te presentamos una breve descripción de cada uno de los momentos que estas siete iglesias representan:

  1. En la primera iglesia se recuerda el trayecto de Jesús desde el Cenáculo, donde compartió la Última Cena con sus discípulos, hasta el huerto de Getsemaní, donde oró intensamente antes de ser arrestado.
  2. En la segunda iglesia, se reflexiona sobre el camino desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, el Sumo Sacerdote, donde Jesús fue sometido a un interrogatorio y recibió una bofetada.
  3. La tercera estación representa el trayecto de Jesús hasta la casa de Caifás, donde sufrió humillaciones y maltratos durante toda la noche.
  4. En la cuarta iglesia, se contempla la primera comparecencia de Jesús ante Pilato, quien escuchó acusaciones falsas en su contra por parte de los judíos.
  5. La quinta parada nos lleva al momento en que Jesús compareció ante el rey Herodes, quien también lo despreció y humilló junto con sus guardias.
  6. En la sexta estación, se recuerda la segunda comparecencia de Jesús ante Pilato, donde fue coronado con espinas y sentenciado a muerte.
  7. Finalmente, en la séptima iglesia, se conmemora el doloroso trayecto de Cristo desde la casa de Pilato hasta el Monte Calvario, donde fue crucificado, murió y fue sepultado, anticipando así su posterior resurrección.

Esta práctica ancestral nos invita a reflexionar sobre los momentos cruciales en la vida y pasión de Jesús, fortaleciendo así nuestra fe y devoción en esta temporada sagrada.

También durante este día se expone El Monumento, que es un lugar que se prepara en la iglesia para la reserva el Santísimo Sacramento hasta el oficio del día siguiente, permitiendo a los fieles la Adoración personal o comunitaria al Santísimo Sacramento durante horas o toda la noche, según las posibilidades de cada lugar. Acompañamos de esta forma al Señor en la soledad de su Pasión y le damos gracias porque ha querido permanecer sacramentalmente en medio de nosotros.

Lcdo. Fernando Martínez
CNP: 11.805