En Venezuela, como en muchas partes de Latinoamérica, la parrilla suele ser considerada un territorio exclusivo de los hombres. No obstante, Raimé Camacho, una venezolana de 50 años, ha desafiado estos estereotipos con su destreza y pasión por las brasas, ganándose el apodo de «la generala de las brasas».

Recientemente, Camacho y su equipo de maestros parrilleros se alzaron con la victoria en el Primer Torneo de Parrilla Ancestral celebrado en Medellín, Colombia. Para Raimé, esta victoria fue tan emocionante como el nacimiento de uno de sus hijos. Según sus propias palabras, «La emoción que tuve en ese campeonato fue igual a cuando tuve a mis hijos. Ese tipo de emoción que te embarga, que te llena el pecho de emoción y los ojos de alegría. Ese triunfo para mí fue la emoción de un tercer hijo.»

Esta no es la única distinción que ha recibido este año, ya que anteriormente logró el séptimo lugar en el Primer Panamericano de Parrilla. Estos logros son un estímulo para Camacho, quien considera la parrilla como un arte y comparte los elementos esenciales para una parrilla perfecta: buen carbón, una excelente parrillera, un equipo capacitado, proteína de calidad y, por supuesto, un asador experimentado que respeta los tiempos y disfruta del calor de las brasas.

La historia de Raimé Camacho es un testimonio de determinación. A los 50 años de edad, después de dedicar ocho años de su vida a la policía, decidió abandonar su antiguo trabajo y sumergirse en el mundo de la gastronomía, específicamente en la parrilla. Durante su proceso de formación, trabajó como asistente de uno de los mejores parrilleros del país, lo que despertó su pasión por la parrilla y la llevó a especializarse en este arte culinario.

Su apodo, «la generala de las brasas,» le fue otorgado por un compañero, pero lo abraza con orgullo, ya que refleja su fuerte personalidad. Más allá de su carrera profesional y sus logros, Raimé se describe como una persona amable, empática y colaboradora, comprometida con su rol de madre, esposa, hija, hermana y amiga. Si bien tiene muchos sueños por cumplir en el mundo de la parrilla, su objetivo final es abrir un restaurante en Chichiriviche, en el estado venezolano de Falcón, donde espera disfrutar de sus últimos años.

Raimé Camacho ya tiene su mirada puesta en la próxima competencia, donde planea representar a su país en Uruguay en 2024. Su lema es claro: «Quiero llegar hasta donde Dios lo permita. Siempre le digo a él que me oriente. Quiero seguir compitiendo, llevar el nombre de Venezuela en alto y sobre todo el de la mujer venezolana.» Con su pasión y determinación, no cabe duda de que seguirá conquistando nuevos horizontes en el emocionante mundo de la parrilla.

Lcdo. Fernando Martínez
CNP: 11.805