El 14 y 15 de mayo, la región andina de Venezuela se engalana para honrar a San Isidro Labrador, patrono de las buenas cosechas. Durante estos días, los agricultores se congregan para rendirle homenaje, renovar sus peticiones por abundancia en las siembras y agradecer por la fertilidad de la tierra.

La festividad comienza temprano el 14 de mayo, cuando grupos danzantes se reúnen en la plaza para llevar la imagen de San Isidro hasta la iglesia en una procesión llena de color y fervor. Carrozas desfilan y la comunidad se une para participar en la celebración. El 15 de mayo, día del santo, se celebra una misa en su honor seguida de otra procesión por las calles.

La devoción a San Isidro Labrador se remonta a los milagros atribuidos a lo largo de su vida, incluyendo el rescate milagroso de su propio hijo de un pozo de agua. Durante mayo, se realizan varios eventos religiosos como La Novena, los días centrales de la festividad (14 y 15 de mayo), y la tradicional Quema, un ritual de adoración al fuego que simboliza la purificación y agradecimiento por las cosechas.

Una de las tradiciones más destacadas es la «danza de los locos de San Isidro», que deriva de antiguas manifestaciones culturales de las etnias indígenas de la región andina. Durante esta danza, grupos de personas recorren las calles en procesión con el santo, expresando su devoción a través de movimientos y música tradicional.

Cada estado de la región andina, como Trujillo, Mérida y Táchira, aporta su propia singularidad a la celebración, desde desfiles de yuntas de bueyes decoradas hasta altares callejeros engalanados con flores frescas.

En la actualidad, la celebración de San Isidro Labrador sigue siendo una manifestación de fe y gratitud colectiva, donde la comunidad se une para celebrar la fertilidad de la tierra y las bendiciones sobre las cosechas.

Lcdo. Fernando Martínez
CNP: 11.805